lunes, 3 de septiembre de 2012

"El General" de Diego Pino Zamora en Venecia


Sin mucho dinero se presenta un cortometraje en el Festival Internacional de Venecia. Al menos eso es lo que se dice en algún titular de prensa (1). Nada más que U$D 300, trescientos dólares americanos, habría costado la producción de un cortometraje.

Un niño, como muchos de nosotros lo fuimos alguna vez, se divierte con sus juguetes. Por supuesto, al hacerse parte de su juego adquiere un rol protagónico dentro del mismo. Nada menos que ser “El General”, como titula también el cortometraje. En su rol protagónico este niño dirige a sus tropas. Para darle más motivación a su juego, el adquiere un producto que será la hecatombe en su vida.

Dirige a sus tropas que ya dejaron de ser juguetes sino que ahora son gente de carne y hueso, casi como resultado de un sueño hecho realidad. Hasta que lo indeseado de la guerra lo lleva a su otra realidad, la del inicio. Vuelve al colegio y es recibido como se recibe a “El General” luego de sobrevivir a la guerra.

Al parecer la trama es simple. Casi todos podríamos identificarnos con el juego en la infancia. Si bien trata un tema delicado como los cuidados o descuidos que se prestan a los niños. Narra, también, una realidad. Estando al tanto o no de los niños estos siempre estarán desenvolviéndose en su mundo de juego que muchas veces comporta una copia de su realidad, siendo ésta muy diversa.

El guión ha sido muy bien producido, la historia se narra secuencialmente sin un salto brusco. La fotografía está muy buena, con primero planos, acercamientos y una profundidad de campo que hacen de este cortometraje uno muy universal, es decir, que difícilmente se identifican algunos lugares de producción, las locaciones. Puesto que en Bolivia la mayor parte del tiempo en vez de observar de la película, su contenido, su trama o los detalles propios de la crítica cinematográfica gran parte se centra en identifican las locaciones olvidando la obra.

La fotografía transmite el instante de un bombardeo. Tiene el cuidado de mostrar adecuadamente los planos generales y aquellos donde hay mucho cielo al parecer fueron adecuados gracias a los filtros, sean digitales o lentes.

El soldado que cuida de las ordenes de “El General”, contrasta con el pequeño niño, muy interesante el contraste físico que mediante el guión bien realizado queda claro los roles de ambos. Este soldado podría haber tenido una mejor condición física, la de un soldado en plena guerra, pero se nota que es el caso.

Los efectos especiales, a diferencia de lo que se acostumbra a importar del cine hollywoodense, son parcos y realmente los necesarios.

Claro está que U$D 300 no fueron el total de los billetes invertidos en la producción. Uno no toma en cuenta la cantidad de horas que se estudio este proyecto, o la cantidad de tiempo que se tomo en conocer como se hace un buen proyecto. Todo el entorno del director posee una clara idea de hacer un buen cine con poco presupuesto. Si bien no son tan conocidos de seguro tienen una gran predilección por hacer algo que les gusta más que hacerlo como trabajo. Muy bien hecho y felicidades a todo tu equipo de producción y postproducción Diego Pino Zamora. Bien hecho.

Ahora puede disfrutarse del cortometraje en Youtube (2):



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(1) BBC Mundo.

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